Humedad por capilaridad
La humedad por capilaridad se produce en el momento en el que la humedad del terreno sobre el que se asienta el edificio comienza a filtrarse en sus muros. Los materiales que se utilizan para la construcción de las viviendas son porosos y, en función de su permeabilidad, pueden hacer que el agua del subsuelo ascienda dando lugar a esta humedad por capilaridad de la que hablamos.
La capilaridad es una propiedad de los líquidos que les permite llegar a cierta altura en sentido ascendente (en contra de la gravedad) cuando están en el interior de esos pequeños conductos de pequeño diámetro que son los poros.
Acompañando al agua que sube por los capilares de los muros, también ascienden las sales higroscópicas que, al evaporarse el líquido, dejan manchas en los muros. Este fenómeno suele aparecer en las partes bajas de las paredes y pueden llegar al metro y medio de altura dependiendo del nivel de porosidad de los materiales usados. Esto no solo es un problema estético, también puede derivar en problemas estructurales.
Principales síntomas de la humedad por capilaridad
Durante la Inspección Técnica de Edificios (ITE) se puede diagnosticar sin dificultad la humedad en paredes por capilaridad. Sin embargo, no hace falta esperar a este examen para poder detectar los primeros signos de la humedad por capilaridad. El primer paso es observar las paredes de las viviendas y verificar si hay alguna de estas muestras:
- Manchas de moho o salitre en la parte baja de las paredes
- Grietas en la pintura o caída de esta, abombamiento en los rodapiés o desperfectos en los revestimientos
- Problemas con la instalación eléctrica y con los enchufes especialmente
- Sensación de frío y/o humedad en las estancias
- Aumento del consumo de la calefacción
El principal síntoma de la humedad por capilaridad es la aparición de manchas en las paredes, pero no cualquier tipo de manchas. Dado que la humedad asciende por los muros, las marcas de agua aparecen en la parte más baja, junto al suelo, y van subiendo hacia el techo.
¿Por qué se produce y de dónde proviene la humedad por capilaridad?
El terreno sobre el que se construyen los edificios tiene una composición concreta son sus sustancias salinas y su humedad. Esto debe estudiarse antes de poner en pie los cimientos para dotar a la construcción del correcto aislamiento.
Si esto no se produce y los materiales de la construcción es lo suficientemente poroso, esa humedad y los sedimentos ascienden por los cimientos y sube la humedad por las paredes provocando la aparición de los signos de humedad por capilaridad de los que hemos hablado en el punto anterior.
De hecho, durante los meses más lluviosos es más probable que aparezcan estas humedades por capilaridad ya que el terreno realiza la absorción de agua por capilaridad de lluvia que más tarde ascenderá por los poros de los muros. Por este motivo, la humedad por capilaridad es más común en los sótanos, los garajes y en las plantas bajas de los edificios.
¿En qué se diferencia de la humedad por filtración o de la condensación?
Los diferentes tipos de humedades pueden resultar difíciles de diferenciar si no se conocen las particularidades de cada uno. Sabiendo ya qué es y las características de la humedad por capilaridad, podemos explicar en que se diferencia de la humedad por condensación y por filtración.
La humedad por condensación se produce cuando la humedad natural del ambiente del interior de una vivienda se evapora y, al entrar en contacto con las superficies frías se convierte en agua y se acumula formando manchas y moho. Es decir, se produce por el contraste de temperaturas entre el interior y el exterior.
La humedad por filtración se da cuando el agua se introduce en el interior de la vivienda por el exterior. Normalmente esta agua proviene de la lluvia y llega al interior por problemas de aislamiento en los tejados, aunque también puede deberse a roturas de tuberías, mal sellado de juntas, etc. En este caso, las muestras de humedad se suelen apreciar en los techos, la parte alta de las paredes, en la junta de las ventanas y lugares similares.
Dado que la humedad por capilaridad proviene del subsuelo y se propaga poco a poco, también se distingue del resto porque la condensación suele agravarse durante los meses fríos cuando hay mayor contraste de temperaturas y las filtraciones durante los meses lluviosos.
Además, mientras que las humedades por capilaridad tienen un sentido ascendente, las filtraciones suelen producir goteras y la condensación vaho en las ventanas.
Qué efectos y consecuencias provocan las humedades por capilaridad
Ya hemos visto que la principal consecuencia de las humedades por capilaridad es la aparición de manchas y moho en las paredes y suelos. Además, al comenzar en la parte baja, pueden causar daños en el sistema eléctrico, con el consiguiente riesgo de cortocircuitos y demás averías.
En cuanto a la estructura del edificio, la humedad por capilaridad comienza ablandando y desconchando la pintura y los revestimientos. Sin embargo, con el tiempo, la acumulación de agua erosiona los materiales de construcción. Esto puede afectar a la integridad completa del edificio.
Más allá de problemas estéticos y estructurales, la humedad por capilaridad puede provocar malestar en los habitantes de la casa. La humedad genera sensación de frío, por lo que hay un mayor gasto en calefacción, pero también puede llegar a humedecer la ropa o las sábanas. Además, un ambiente muy húmedo puede provocar problemas de sueño, dolor de cabeza o cansancio, y el moho puede derivar en enfermedades respiratorias, cutáneas y articulares como asma, dermatitis o reuma.
Cómo eliminar la humedad por capilaridad
La mejor manera de evitar la humedad por capilaridad sería responsabilidad de la empresa de construcción garantizando un buen aislamiento en el edificio y unos buenos materiales que no permitan el ascenso de la humedad del subsuelo.
Como esto no se puede comprobar fácilmente, ante la más mínima sospecha hay que contactar con profesionales que le pongan un remedio adecuado. Se pueden prevenir usando barreras que impidan el ascenso de agua como sustancias que terminen con los poros de los muros, aislamiento en los suelos, nuevos revestimientos o un drenaje del terreno.
Nosotros tenemos una larga experiencia en el tratamiento de humedades por capilaridad, estudiando cada caso de manera individualizada. El primer paso es el picado y la retirada de toda la zona afectada por la humedad dejando los muros libres de revocos y de cualquier elemento de la instalación eléctrica o de la calefacción.
Después, nuestra intención es la reparación de las humedades por capilaridad y terminar para siempre con las humedades por capilaridad mediante un sistema de inyectado, el mejor sistema para quitar humedades por capilaridad y que consiste en realizar unas perforaciones de unos 12 milímetros con una separación horizontal de 10 centímetros en una altura aproximada de 10 centímetros sobre el nivel del suelo y con una profundidad inferior al espesor del muro a tratar.
En estas perforaciones aplicamos una emulsión a base de resinas con una pistola adecuada hasta que todos los huecos queden perfectamente rellenos. Esta emulsión se expande saturando los poros y los capilares del material de la construcción para formar una barrera química que impida la ascensión de la humedad desde el terreno.
Este sistema tiene múltiples ventajas:
- Consigue sanear los daños ya producidos
- Evita tener que cavar profundas zanjas en el exterior para aislar el edificio del terreno, una solución laboriosa, cara y no siempre posible
- Se realiza mediante una pequeña obra y procuramos causar las menores molestias posibles
- Reduce al máximo la porosidad de los muros evitando que la humedad ascienda de nuevo
- Utilizamos una resina de tan alta calidad que garantizamos buenos resultados durante 30 años